viernes, 9 de enero de 2009

Movimientos

Sigo curioseando entre las cartas que reunió Favaro en Opere di Galileo. Esta vez saqué tres que tienen que ver con el trabajo sobre el movimiento de los cuerpos que hiciste mientras vivías en Padua.

La primera es de 1602 y está dirigida a Guidobaldo del Monte, un noble que era matemático y como tú estudió mecánica y astronomía. Fue tu amigo y mecenas durante 20 años, hasta su muerte en 1607. Con él comentabas temas que interesaban a ambos y aunque no se conservan las demás, se ve que ésta carta forma parte de una discusión más amplia. Acá cuentas cómo hiciste un experimento con dos péndulos igual de largos, pero de amplitud diferente, y cómo encontraste que el periodo es el mismo para los dos. Al parecer Guidobaldo tenía problemas para creer que esto fuera cierto, y tú le explicas con mucho detalle. Además incluyes este diagrama:


También en esta carta hablas sobre tus experimentos de rodar pelotas por diferentes superficies para ver los tiempos que tardan.

Las otras dos cartas son de 1604 y van juntas. Paolo Sarpi te escribe el 9 de octubre desde Venecia y respondes una semana después. Sarpi me resulta un personaje bien interesante: era teólogo e historiador, además de diplomático de la República de Venecia. En varias ocasiones defendió la independencia de Venecia ante Roma y esto le causó serios problemas, ¡a tal punto que intentaron asesinarlo!

En su carta te pone lo que acá llamamos un torito, o un reto: te plantea un problema sobre el comportamiento de dos cuerpos distintos sujetos al mismo impulso y pregunta qué pasa con cada uno. En tu respuesta se ve que justo entonces estabas pensando sobre los movimientos y sus causas.

Es genial cómo a través de las cartas podemos ver la producción del conocimiento conforme iba sucediendo, un poco como seguir los engranes de un reloj. Además resulta interesante la diferencia en el tono de tus cartas a Guidobaldo y a Sarpi. La primera empieza y termina con un gran párrafo de formalidades, mientras que la segunda se lee casi como una conversación. Claramente Sarpi era tu amigo y Guidobaldo más como un mentor.

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