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domingo, 4 de abril de 2010

Mes de poemas

Como recordarás, abril es un mes de poemas. Gracias al programa Poem a Day de la editorial Knopf, todos los días de abril encuentro un poema en mi buzón. El de ayer es parte del libro Where's the Moon, There's the Moon de Dan Chiasson, y me parece muy apropiado para volver al trabajo:

Next

If you can orbit the planet, why can't you see
what makes the human heart happy?
Is it art or is it sex?
Or is it, as I suspect, just keeping going

from next thing to next thing
to next thing to next thing
to next to next to next to next
pulsating stupidly to outlast time?

domingo, 12 de julio de 2009

Ciencia ficción

En realidad no te tengo que explicar mucho acerca de la ciencia ficción, pues seguro que conociste al menos un ejemplo. En su Sueño*, Kepler ya hizo todo lo que hacen ahora los autores de ese género: tomando lo que se conocía acerca de la Luna y todas las preguntas que flotaban en el aire, contó una historia sobre sus habitantes.

Ahora se publican muchas novelas de este género, pero lo que no es usual es que estas historias tomen la forma de poema. Hace poco me encontré uno que podría ser de amor o bien una brevísima obra de ciencia ficción. Te pongo unos fragmentos, y te recomiendo todo el libro.

Nostalgia de Marte**

Demasiado atado a la gravedad terrestre
echo mi sueño entero a volar
hacia una plenitud que se corre al infrarrojo

Salgo disparado por la potencia precisa de la luz
por el vértigo espiral de cresta exacta
hacia la efímera lasitud de hondas longitudes
que se siembran en el vasto océano universal

...

En este estado del destiempo
atravesar cualquier atmósfera se vuelve un asunto de cuidado

Si no se encuentra el ángulo preciso
se pueden encender los aparejos
con secuencias acaso inéditas
acaso imaginables
a estas alturas del universo vagamundo

...

Por fin he llegado a Marte
para empezar de nuevo la historia de la navegación
de los encuentros deslumbrantes y el naufragio inevitable
que sea esta vez en la definitiva obscuridad
donde la luz se abata tanto
que ni siquiera le saque chispas al quebranto

...


*Lear, John (2005), El sueño de Kepler, DGDC-UNAM, México.
**Pintado, José Manuel (2003), Nostalgia de Marte, CONACULTA, México.

domingo, 28 de junio de 2009

Termoscopio

Por una carta de tu alumno, protegido y amigo Benedetto Castelli sabemos que –como muchos en tu época- buscaste la manera de medir la temperatura de las cosas. Específicamente, lo que dice Castelli es que hiciste un termoscopio, que era una botellita de vidrio con un cuello delgado y largo, que llenabas de aire caliente. Con este tipo de aparatos apenas se podía distinguir entre cosas más y menos calientes.

Ahora tenemos termómetros, y unidades de temperatura llamadas grados. Algunos están hechos con el mismo principio que exploraste tú: son recipientes alargados de vidrio llenos de mercurio y conforme éste se distiende con el calor, sube por una columna delgada donde están marcadas las unidades.

Acá te pongo uno hecho de puras letras:

El Mercurio*

El
ca
lor
es
lo
con
tra
rio
del
frí
o
y
vi
ce
ver
sa
pe
ro
el
ter

me
tro
no
es
lo
con
tra
rio
del
frí
o
ni
del
ca
lor

*Blanco, Alberto (2003), El libro de las piedras, CONACULTA, México.

viernes, 5 de junio de 2009

Neutrinos

Hoy te pongo un poema de John Updike, un gran escritor estadounidense que murió hace poco. Me gusta mucho por su humor, pero además porque entiende y explica muy bien lo que son los neutrinos.

Cosmic Gall

Neutrinos, they are very small.
They have no charge and have no mass
And do not interact at all.
The earth is just a silly ball
To them, through which they simply pass.
Like dustmaids down a drafty hall
Or photons through a sheet of glass.
They snub the most exquisite gas,
Ignore the most substantial wall,
Cold-shoulder steel and sounding brass,
Insult the stallion and the stall.
And, scorning barriers of class,
Infiltrate you and me! Like tall
And painless guillotines, they fall
Down through our heads into the grass.
At night, they enter at Nepal
And pierce the lover and his lass
From underneath the bed – you call
It wonderful; I call it crass

viernes, 15 de mayo de 2009

Hombres ilustres

No sé cómo se enseñaba historia en tus tiempos pero ahora, cuando se enseña, tienden a destacar los momentos críticos o los hombres ilustres, y no los procesos con sus contextos, causas y consecuencias. La ciencia no se escapa de esto, y nos machacan nombres, fechas y hechos aislados sobre los científicos y sus logros.

Aunque seguramente no los escribió con este propósito, me parece que los poemas de Hans Magnus Enzensberger* son una gran manera de conocer algo sobre los científicos en el pasado.

Hagamos la prueba: te pongo un poema sobre un astrónomo que no conoces, pues vivió después que tú, y me dices si te parece un buen primer acercamiento al tema.


Charles Messier
1770 – 1817


M. Una letra M en las cartas estelar: M 42
en Orión; M 57 la niebla anular de Lira; las Pléyades,
M 45; el Astro Nuevo de los chinos, la supernova M 1:
nubes de gas incandescente, bombas cósmicas, radiaciones.
¡Al-Sûfi, halcón celeste! ¡Swedenborg, soñador galáctico!

Y él en cambio, tan sumiso, pulcro y anodino.
Muerto de hambre. A París con veintiún años,
su bonita caligrafía y nada más que reseñar.
Quinientos francos al año, cama y comida.
Copia para Desliles los planos de Pekín

y sus bocetos de la Gran Muralla China.
Un ignorante. Dieciocho meses busca en vano
su primer cometa: error en los cálculos de Halley
(perturbaciones por la masa de Júpiter).
Y el Rey le apodó más tarde el hurón de los cometas.

Una vez su mujer le ocupó la noche entera:
agonizaba. Y derramó lágrimas amargas
por el cometa abandonado. En Londres, entonces,
construía el viejo Herschel enormes refractores,
y él, sin teoría, velaba con un candil. Un ignorante.

Con buena vista y reloj casero. Un pequeño cuadrante
y un mísero telescopio (siete pulgadas). Ni más, ni menos.
No dormía. Sólo buscaba. Eclipses, manchas solares.
En una noche de otorño, hace dos siglos ya,
divisó en Tauro un fulgor cercano a Zeta.

Un cometa que no lo era, pues no se movía.
Le irritaba el hecho, una galaxia. Miraba,
anotaba y no entendía. Vocal de la Royal Society,
académico de Petersburgo, Berlín, Estocolmo, y por último
París. Un contable, un copista. ¡Y qué ciego era!

Desfiles y procesiones bajo su ventan, cortejos
nupciales y entierros. Por la rue Saint Jacques
la Historia vociferaba. Chillaban rameras, sonaban tiros,
los discursos se inflamaban y se extinguían: amor, valor, terror.
Ciego y sordo. Su pluma raspeaba. El aceite escaseaba.

No lloró al rey decapitado, ni a los taberneros,
lavanderas, raterillos, sablistas y banqueros
tronchados por la cuchilla fría. Los astrónomos
huyeron. Sólo a uno encontró: Bochard de Saron,
amigo de Laplace. Olía a orines la Conciergerie.

Aún le calculó, con el pie ya en el cadalso,
la órbita a un cometa. Regresó inadvertido
sin sueldo, sin sueño, con gota, al Hotel de Cluny.
Oscura la ciudad. Miedo, hambre, usura, inflación.
Silencio quince minutos, y vuelve a rasguear la pluma.

Catalogue de nébuleuses et des amas d’etoiles
Que l’on découvre parmi les étoiles fixes
. Pesado,
Tenaz, suave e incomprensivo como un niño.
Solo una letra nos lo recuerda. M fue
Un ignorante. A dos millones de años luz

una galaxia transita más lenta que nosotros.
M 31. La puedo ver a simple vista, si me deja
la sucia niebla, si me deja el esplendor
de Maniatan y la Historia, diminuta, al Norte,
en la Andrómeda, entre Mirach, Sirah y Chedir.

*Enzensberger, Hans Magnus (2002), Los elíxires de la ciencia. Miradas de soslayo en poesía y prosa, Anagrama, Barcelona.

viernes, 8 de mayo de 2009

Problemas geométricos

Aprovechando la conjunción de contingencia y calor, se me ocurrió echar a lavar las fundas de los cojines de la sala. Aunque la señora que hace la limpieza me asegura que la lona no encoge, ni con fuerza ni con argumentos logro que los cojines vuelvan a entrar en sus fundas. Seguro que tú, que mediste la altura de las montañas en la Luna y demostraste que las manchas están pegadas al Sol usando geometría, podrías resolver este problema.

Para descansar un rato, te pongo dos pequeños poemas geométricos* que me gustaron.


Líneas paralelas

No tocarse nunca
les duele lo mismo
que no poderse separar.



Punto geométrico

Nadie ha visto al punto.
Si está en la página, deviene superficie.
Un punzón candente hiere la materia
para marcar su huella, y sólo deja un hoyo.

¿Dónde inicia el mundo, entonces?
¿Dónde acaba?


*Villoro, Carmen (2001), En un lugar geométrico, Ediciones sin nombre, México.

jueves, 30 de abril de 2009

Gravedad y evolución

Como muchos nos quedamos con ganas de la mesa redonda que estaba programada para ayer, pongo acá sendos poemas del mexicano Alberto Blanco* sobre el cosmos y la vida.

Teoría de la gravedad

Si voy por una carretera
subo y bajo, según la forma del terreno;
ya doy vuelta a la derecha;
ya a la izquierda.

Antes se decía:
si sube es que es atraído por el cielo;
si baja es que es atraído por el infierno.
Si da vuelta a la derecha
es porque ve las ventajas del sistema.
Si da vuelta a la izquierda
es porque ha comprendido
la función revolucionaria del proletariado.
Alguna explicación había que dar.

Hoy se dice:
no son las fuerzas de atracción
las que mantienen unidas
a la tierra y la luna,
a la tierra y el sol.

Es la forma del espacio,
no la atracción ni la masa ni la distancia.

Pero, es la forma del espacio,
nada más.


Teoría de la evolución

Que unas cosas vienen de otras
es una verdad que podemos constatar
sin necesidad de cálculos ni de teoría alguna.

Que en la red infinita de los cambios
hay seres que proceden de otros
es tan evidente que cabe preguntarse:

¿Cómo es posible dudar a estas alturas
de la teoría de la evolución?

“El hombre es –dice Shakespeare
y lo repite Milton– una obra maestra”.

Pero claro que cuando observamos
que la nube se convierte en lluvia
la lluvia en granizo, el granizo en lodo,
uno se pone a dudar de todo, seriamente.

*Blanco, Alberto (1998), El corazón del instante, Fondo de Cultura Económica, México.



viernes, 17 de abril de 2009

...y dos más

Hoy fui a nuestra maravillosa biblioteca para ver qué poemas tenemos. Hemos hecho un gran esfuerzo por ampliar nuestra colección para que incluya obras de literatura que traten de ciencia y ya tenemos una buena variedad, pero de poesía todavía hay poco. Igual que me pasa en las librerías, iba por dos libros y salí con cinco (¡y eso sólo porque es el límite!).

Te pongo una probadita de un autor que me gusta mucho. Miroslav Holub fue un inmunólogo checo que además escribió cantidad de cuentos y poemas. Muchos de ellos están fuertemente influenciados-inspirados-informados por su trabajo en medicina y su conocimiento de la ciencia, pero muchos otros reflejan simplemente su visión de la vida que le tocó vivir.


El cabo que apuñaló a Arquímedes*

De intrépido impacto
mató la tangente, el círculo
y la intersección de líneas paralelas
en el infinito.

Bajo pena
de descuartizamiento
prohibió los números
de tres para arriba.

En Siracusa ahora
acaudilla una escuela de filósofos,
lleva dos milenios
sentado en la alabarda
y escribe:

un dos

un dos

un dos

un dos



Alas

Tenemos
un mapa del universo
para microbios,
tenemos
un mapa de un microbio
para el universo.

Tenemos
un maestro de ajedrez
hecho de microprocesadores.

Pero sobre todo
tenemos fuerza
para limpiar los guisantes,
trasladar agua en las manos,
para buscar durante horas,
el tornillo adecuado
bajo el sofá –

Eso
insufla
alas.


*Holub, Miroslav (1990), Poemas, Cátedra, Madrid.

jueves, 16 de abril de 2009

Otro poema

Sigo revisando mis poemas que contienen ciencia en diferentes dosis. De los que tienen que ver con nuestro festejo, hoy te pongo uno mexicano de Mario Jaime. No sé nada del autor, pero me topé con su libro,* me gustó y me lo traje a casa.


La luz no envejece

Eterna, entre colores y ondas
Sin precipitar mis ácidos en tiranía
Repegadito
Al acecho del deleite

He sentido el hidrógeno explotar
He sentido la agonía de supernova
He sentido el orgasmo de Cleopatra
el trovar del trilobite, la derrota de la mente
las campanas, el deseo, el viento de la guerra

pero nunca he visto algo
todo se mueve en torno a mí
soy inmóvil
espero a los planetas que se lancen a las pistas
me pienso a mí misma

soy joven
y poema
Con eso de que te gustaba tanto el Orlando Furioso, me pregunto si tú también escribiste poemas.


*Jaime, Mario (2008), La luz no envejece, Samsara, México

miércoles, 15 de abril de 2009

Poesía

Abril es el mes nacional de la poesía en Estados Unidos. Desde hace varios años estoy suscrita a una lista de correos de la editorial Knopf que todos los días de este mes envía un poema diferente. Siempre son cosas buenas, y en ocasiones descubro un nuevo autor favorito.

El poema que me esperaba esta mañana es You’re Beautiful del británico Simon Armitage. Me gustó mucho, especialmente este pedacito:

You're beautiful because when you were born, undiscovered
planets lined up to peep over the rim of your cradle and lay
gifts of gravity and light at your miniature feet.

Me hizo pensar en tantos otros poemas que contienen desde atisbos de la ciencia hasta elaboradas explicaciones de ella. En cuanto llegué a casa a la hora de la comida, saqué mis libros de poesía y empecé a releer los poemas sobre ciencia que he ido coleccionando en los últimos años. Me perdí tanto en la lectura, ¡que se me olvidó comer! Creo que este tema da para varias entregas, y hoy para empezar te pongo un bocadillo relacionado con este año tan astronómico.

The Elephant on the Moon fue escrito por el británico Samuel Butler que vivió en el siglo XVII. Butler nació en 1612, así que seguramente para cuando escribió esto había muchos telescopios en Inglaterra. Este poema -que fue publicado hasta mediados del siguiente siglo- relata cómo se reúnen unos sabios:

A virtuous, learn'd Society, of late
The pride and glory of a foreign state,
Made an agreement on a summers night,
To search the Moon at full, by her own light;
To take a perfect invent'ry of all
Her real fortunes, or her personal;
And make a geometrical survey
Of all her lands, and how her country lay

Se van tomando turnos para mirar por el telescopio y ven cómo se desarrolla una gran batalla entre los habitantes. Uno de ellos incluso ve un elefante:

…after poring tedious and hard
In th' optic-engine, gave a start, and stared,
And thus began -A stranger sight appears,
Than ever yet was seen in all the spheres;
A greater wonder, more unparallel'd
That ever mortal tube, or eye beheld;
A mighty Elephant from one of those
Two fighting armies is at length broke loose,
And with the desp'rate horror of the fight

Azorados al final de tan exitosa noche de observación, se van a casa dejando atrás un sirviente para que recoja y ordene el salón. Éste también se asoma por el telescopio y encuentra que dentro del tubo del instrumento estaban atrapados algunas moscas y un ratón, y era eso lo que los científicos entendieron como guerreros y un elefante. Irónico, concluye:

That learned men, who greedily pursue
Things that are rather wonderful than true,
And, in their nicest speculations, choose
To make their own discoveries strange news,
And nat'ral hist'ry rather a Gazette
Of rarities stupendous, and far-fet;
Believe no truths are worthy to be known,
That are not strongly vast, and overgrown;
And strive to explicate appearances,
Not as they're probable, but as they please;
In vain endeavour Nature to suborn,
And, for their pains, are justly paid with scorn.

¿Qué te parece que se haga una sátira del trabajo de los astrónomos?

lunes, 13 de octubre de 2008

Lo que pensó Bruno


Me encontré un poema que, por dos razones bien distintas, creo que te interesará:

trata de la poesía misma,
y para explicarla usa una anécdota sobre Giordano Bruno.

Sé que te gusta la poesía pues en muchas cartas defiendes a Ariosto (autor del Orlando furioso) y atacas a Tasso (y su Jerusalén liberada). Y supongo que conociste el caso de Bruno y te habrá interesado pues en 1600 fue llevado a la hoguera por su original manera de pensar el mundo.

Te pongo sólo la parte final del poema, pero puedes verlo completo aquí.


What he Thought
Heather McHugh
...
"What is poetry?
Is it the fruits and vegetables
and the marketplade at Campo dei Fiori

or the statue there?" Because I was
the glib one, I identified the answer
instantly, I didnt have to think -- "The truth
is both, it's both!" I blurted out. But that
was easy. That was the easiest
to say. What followed taught me something
about difficulty,

for our underestimated host spoke out
all of a sudden, with a rising passion, and he said:

The statue represents
Giordano Bruno, brought
to be burned in the publc square
because of his offence against authority, which is to say
the Church. His crime was his belief
the universe does not revolve around
the human being: God is no
fixed point or central governmet
but rather is poured in waves, through
all things: all things
move. "If God is not the soul itself,
he is the soul OF THE SOUL of the world." Such was
his heresy. The day they brought him forth to die

they feared he might incite the crowd (the man
was famous for his eloquence): And so his captors
placed upon his face
an iron mask
in which he could not speak.

That is how they burned him.
That is how he died,
whithout a word,
in front of everyone. And poetry

(we'd all put down our forks by now, to listen
to the man in gray; he went on softly)-- poetry

is what he though, but did not say.