jueves, 26 de noviembre de 2009

De glorias y aleluyas

Esta semana ha estado llena de actividades galileanas. Me invitaron de la Sociedad de Astrónomos del Planetario Alfa de Monterrey para que les platicara sobre ti. Así que fui allá de viernes a domingo y me tocó estar para su reunión anual. Conocí a gente muy agradable, pero más que nada grandes entusiastas de la astronomía. Me regalaron una canasta de dulces de leche típicos de allá, entre los cuales venían unos que me encantan, las glorias.

Y ayer fue la presentación que ya te había mencionado, de mi comic junto con el nuevo libro de Sergio. Para ésta me desplacé bastante menos, hasta el centro de la ciudad. Como llegué temprano, pasé a la fabulosa Dulcería de Celaya. De ahí, mi favorito es el dulce de tamarindo, pero llevaba un encargo de mi hermana así que también compré aleluyas de nuez.

A veces pienso que cometí un error de ortografía vocacional, que debí agregarle una g a la astronomía a la hora de escoger mi profesión.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Otro Galileo para niños

Como prometí, te platico sobre el libro de Sergio de Régules y Alejandro Magallanes que acaba de sacar Ediciones SM. Es un libro pequeño (20x20cm) de pasta suave. De sus 46 páginas, 33 son la historia de Sergio con las ilustraciones de Alejandro, y las demás contienen una cronología bien ilustrada de tu vida. Forma parte de una colección de SM que se llama "Así ocurrió: instantáneas de la historia", que está pensada para chicos de 8 a 12 años. Cada libro de la colección habla de un personaje famoso y, para acercar a los niños, cuenta su historia desde el punto de vista de alguien (real o ficticio) que los acompañó en vida.




El texto de Sergio ya lo conocía, y me gusta muchísimo. Cuenta tu historia con la voz de Paolo, un niño que fue tu estudiante ( pudo haberlo sido). El tono es dulce, ligero, entrañable.

Las imágenes de Alejandro las acabo de conocer y resultan un interesante contraste con el texto. Como puedes ver por el retrato de la portada, sus ilustraciones son muchas cosas, pero no dulces. Son muy ricas (me gustan especialmente los colores) y cada una es diferente.

Junto con mi comic, dará de qué hablar en la presentación el 25 de noviembre en la Feria de la Astronomía.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Cazadores de chícharos

Esto que ves es una galaxia chícharo verde y la historia de cómo fue descubierta me gustó tanto que te la quiero contar.

Para conocer más acerca de las galaxias, astrónomos en Nuevo México (EUA) armaron el proyecto Sloan Digital Sky Survey que es, en cierto modo, un descendiente del de Carta del Cielo que ya te había comentado. Se trata de hacer un barrido para fotografiar el cielo, sólo que en este caso lo que buscan son galaxias, y no estrellas. Otra diferencia importante es que ahora todo está automatizado: utilizan unas máquinas llamadas computadoras para dirigir el telescopio y tomar las imágenes. Las computadoras también recortan las imágenes en otras más pequeñas para que cada una tenga sólo una galaxia.

Lo que sigue es clasificarlas, es decir separarlas de acuerdo a su forma. En esta tarea de reconocimiento de patrones las computadoras no son tan buenas como nosotros. Lo ideal es que lo haga una persona, ¡pero gracias al SDSS se tienen fotos de cientos de miles de galaxias!

Algunos astrónomos que tenían preguntas específicas empezaron a clasificar estas galaxias, pero pronto se dieron cuenta de que necesitaban ayuda. De modo que en 2007 armaron una página en la red llamada Galaxy Zoo (zoológico de galaxias). Ahí pusieron todas estas galaxias y lanzaron una invitación abierta: todos aquellos que quisieran podían participar clasificándolas. Había que separar las elípticas (como la que ves a la derecha) de las espirales (las otras dos). Luego había que detectar las características de las espirales, como en qué dirección rotan, cuantos brazos tienen o cómo es su centro.


La respuesta a la convocatoria fue impresionante y pronto tuvieron más de 150 mil voluntarios. Hasta ahora, cada una de las galaxias ha sido revisada y clasificada por al menos 40 personas. Con estos datos se han podido responder preguntas importantes y se han escrito 4 artículos, de los cuales 2 ya están publicados. Pero las ventajas no son todas para los astrónomos, pues los voluntarios tienen la oportunidad de participar en la ciencia y, más aún, de verla conforme se va haciendo.

Además, han surgido algunos resultados inesperados y entre ellos están las galaxias chícharo verde. A la hora de separarlas, los voluntarios se dieron cuenta de que algunas de las galaxias elípticas son pequeñas, redondas y verdes. Bromeando en el foro uno de ellos les llamó green peas (chícharos verdes) y se les quedó el nombre. Pronto eran muchas, y los astrónomos decidieron revisarlas para ver qué tenían de particular. El color verde es resultado de una fuerte emisión de Oxígeno, lo cual es evidencia de que ahí se están formando muchas estrellas nuevas. Tan interesantes resultaron estas galaxias chícharo, que se publicó un artículo sobre ellas y se pidió tiempo de telescopio para hacer más observaciones y así entenderlas mejor.

Justo en estos días se van a hacer las observaciones, y puedes seguir de cerca la saga en el blog del proyecto.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Una fiesta en palacio

Te apuesto que en vida nunca te hicieron una fiesta de 10 días en un palacio. Pues eso es justamente lo que está organizando el Instituto de Astronomía de la UNAM.


Del 20 al 29 de noviembre, de 10 a 18 horas, el Palacio de Minería estará lleno de vida con La feria de la astronomía. El programa –que está pensado para jóvenes- se ve realmente interesante. Incluye fotografías, equipos interactivos, conferencias y exposiciones históricas sobre ti y sobre el telescopio.

De lo demás, no te puedo platicar mucho, pero participé en la parte de diseño de la exposición sobre ti, y que sé que reconstruye el ambiente de tu taller, con algunos de tus experimentos, y complementa con información sobre tu vida y obra. Además, el miércoles 25 a las 4:30 los cuatro autores presentaremos estos dos libros sobre ti. Luego te cuento sobre el libro de Sergio y Alejandro, ¡que está buenísimo!


viernes, 6 de noviembre de 2009

Los mejores años


Dime la verdad, ¿todavía piensas que los mejores años de tu vida fueron los 18 que pasaste en Padua? No sé si lo recuerdes, pero eso fue lo que dijiste en una carta y desde entonces muchos han repetido tus palabras. Entre ellos están los investigadores del Archivio di Stato di Venezia que, orgullosos de haberte hospedado entonces, organizaron una exposición especial con sus documentos relacionados contigo.

La visita al Archivio fue la segunda salida del congreso y fue realmente impresionante. No sólo las instalaciones son una locura, sino que resguardan 70 kilómetros lineales de documentos (el archivo que estoy ordenando debe medir como 100 metros). Pero lo mejor de todo fue ver las trazas que dejaste en tu paso por esos rumbos.


Tienen muchos documentos que ya conoces, como tu primer nombramiento de profesor en la Universidad de Padua, o las numerosas promociones y peticiones de adelantos. Me resultaron simpáticos los más cotidianos, que siento que me acercaron al Galileo de carne y hueso. Se conservan, por ejemplo, tu petición para que se compre un pizarrón, y tu queja porque un profesor de anatomía decidió dar clases a la misma hora que tú, reduciendo el número de estudiantes de tu clase.

Hay muchos documentos con los cuales se puede reconstruir tu relación con las instituciones importantes de esa época. Destaca, claro, tu presentación del cannocchiale (anteojo) a la República de Venezia en 1609, y su aceptación con todos los beneficios que te ofrecieron. También se conservan constancias del registro de algunos instrumentos que diseñaste, como el compás geométrico militar. Sobre éste está también el registro de los problemas que tuviste cuando intentaron plagiarlo. Y no podía faltar la Iglesia, por supuesto. Guardan desde una denuncia de que no ibas mucho a misa, hasta los informes de tus encuentros con ese gran poder en 1616 y 1633.

Las fotos que te pongo son cortesía de un amigo que prefiere permanecer anónimo. En una puedes ver cómo apareces en un volumen de 1666 que contiene los elogios de hombres ilustres, y supongo que te dará gusto. En la otra ves un libro que reunió las obras completas de tu amigo Paolo Sarpi en el siglo XVIII.

La foto que puse hasta arriba es la que más me gusta. Se trata de un mapa de Venezia pintado por Cristoforo Sabbadino alrededor de 1557. ¿Lo viste alguna vez?

miércoles, 4 de noviembre de 2009

El congreso

Ahora sí, te cuento del congreso. Creo que ya te había comentado que se llevó a cabo en una isla, San Servolo. Por su relativo aislamiento de Venecia, fue monasterio, manicomio y luego cárcel; y ahora es un centro de convenciones (además de galería al aire libre, de modo que me tocó ver un poquito de la Biennale de Venezia). Mide más o menos 300 metros de largo por 200 de ancho. El tamaño, además de encantador, resultó muy práctico, pues me daba perfecto tiempo de comer, dormir la siesta y regresar a las sesiones de la tarde.

El programa comenzó con una mañana dedicada a ti, en la cual venecianos auténticos hablaron de la cultura en tu época, la importancia del arsenal de Venecia, y tu relación con Paolo Sarpi. Siguió una tarde sobre un proyecto muy interesante: el convenio entre la Unión Astronómica Nacional y la UNESCO para incluir a los observatorios como monumentos que se pueden declarar patrimonio de la humanidad. Esa noche nos llevaron a conocer la basílica de San Marco, ¡una cosa alucinante! Ni por fuera ni por dentro debe ser como tú la conociste. Toda la decoración de afuera, que seguro tú viste como la pintó Carpaccio poco antes de tu tiempo (no encuentro una buena imagen, la seguiré buscando!), ya no existe. Y los mosaicos bizantinos de adentro, que sí están intactos, no pararon de cambiar durante siglos.

El martes y la mitad del miércoles se habló de observatorios e instrumentos a través de la historia. Esto incluyó desde dispositivos neolíticos hasta planes para futuros telescopios espaciales. Todo me pareció interesante, pero naturalmente lo que más me gustó fue lo del siglo XIX, pues es la etapa que estoy estudiando ahora. Por la tarde del miércoles fuimos al Archivo del Estado de Venecia, que merece que te lo cuente por separado.

El jueves por la mañana tocó el turno a la historia de la astronomía. Fue entonces que di mi plática. Por la tarde se habló de la enseñanza y al día siguiente (el último) sobre la divulgación de la astronomía.

Fue muy estimulante: aprendí cosas nuevas y conecté ideas viejas, hice buenos amigos y contactos. Descubrí un espacio al cual estoy segura que regresaré: las comisiones de patrimonio, instrumentos y archivos de la Unión Astronómica Internacional (IAU).