Hace tiempo que no te escribo pues volví a salir de viaje. Esta vez fui a la ciudad de Morelia en el estado de Michoacán, al oeste de aquí. Me invitaron del Centro de Radioastronomía y Astrofísica a dar un taller sobre divulgación de la ciencia para los estudiantes y coincidió con una reunión regional de astronomía, así que también di mi la plática sobre tu trabajo.
Como solamente tenía dos horas para el taller, tuve que decidir con cuidado lo que podía hacer. Evidentemente, en una sola sesión no les podía enseñar a hacer nada, pero me pareció que sí los podía poner a pensar algunas cosas interesantes. De modo que usé el hecho de que la divulgación es un fenómeno de comunicación como hilo conductor, y les fui mostrando las partes y sus interacciones. Entre las cosas interesantes que sucedieron esa tarde estuvo que se reunieron muchas personas que están interesadas en lo mismo y podrán hacer cosas juntos en el futuro. Otra cosa buena, que me concierne, es que algunos se quedaron interesados y tal vez más adelante hagamos un verdadero taller, del cual salgan productos para el Año Internacional de la Astronomía.
Al día siguiente del taller di la plática Galileo astrónomo a la mitad de la "XII Reunión Regional de Occidente de Astronomía". Fue una gran oportunidad para platicarle a muchos astrónomos sobre esos cinco años en los que apuntaste tus telescopios al cielo y descubriste tantas maravillas. Disfruté mucho dar la charla con éste público, pues sus preguntas son bien diferentes de las del público general. Algunos se interesaron en la parte muy técnica (¿cómo midió Tycho la distancia a los cometas?) mientras que otros querían saber sobre el lado más político (¿qué fue lo que realmente te causó problemas con la Inquisición?).
Yo no sabía de estas reuniones de los astrónomos de Morelia, Guadalajara y Guanajuato y me sorprendió mucho que ésta ya era la doceava. Le pregunté sobre ello a Yolanda Gómez –una de las fundadoras de lo que hoy es el CryA– y me contó cómo hace doce años, cuando sólo había tres astrónomos en Morelia y otros tantos en Guadalajara y Guanajuato, se reunían de manera muy informal para platicar lo que estaban haciendo. Lo que me tocó presenciar dista mucho de esos sencillos orígenes: había más de cincuenta participantes (muchos de ellos estudiantes) y se trató gran variedad de temas. Se ve que ya tienen grupos consolidados y los astrónomos pioneros de hace doce años deben sentir mucho orgullo.
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