miércoles, 4 de noviembre de 2009

El congreso

Ahora sí, te cuento del congreso. Creo que ya te había comentado que se llevó a cabo en una isla, San Servolo. Por su relativo aislamiento de Venecia, fue monasterio, manicomio y luego cárcel; y ahora es un centro de convenciones (además de galería al aire libre, de modo que me tocó ver un poquito de la Biennale de Venezia). Mide más o menos 300 metros de largo por 200 de ancho. El tamaño, además de encantador, resultó muy práctico, pues me daba perfecto tiempo de comer, dormir la siesta y regresar a las sesiones de la tarde.

El programa comenzó con una mañana dedicada a ti, en la cual venecianos auténticos hablaron de la cultura en tu época, la importancia del arsenal de Venecia, y tu relación con Paolo Sarpi. Siguió una tarde sobre un proyecto muy interesante: el convenio entre la Unión Astronómica Nacional y la UNESCO para incluir a los observatorios como monumentos que se pueden declarar patrimonio de la humanidad. Esa noche nos llevaron a conocer la basílica de San Marco, ¡una cosa alucinante! Ni por fuera ni por dentro debe ser como tú la conociste. Toda la decoración de afuera, que seguro tú viste como la pintó Carpaccio poco antes de tu tiempo (no encuentro una buena imagen, la seguiré buscando!), ya no existe. Y los mosaicos bizantinos de adentro, que sí están intactos, no pararon de cambiar durante siglos.

El martes y la mitad del miércoles se habló de observatorios e instrumentos a través de la historia. Esto incluyó desde dispositivos neolíticos hasta planes para futuros telescopios espaciales. Todo me pareció interesante, pero naturalmente lo que más me gustó fue lo del siglo XIX, pues es la etapa que estoy estudiando ahora. Por la tarde del miércoles fuimos al Archivo del Estado de Venecia, que merece que te lo cuente por separado.

El jueves por la mañana tocó el turno a la historia de la astronomía. Fue entonces que di mi plática. Por la tarde se habló de la enseñanza y al día siguiente (el último) sobre la divulgación de la astronomía.

Fue muy estimulante: aprendí cosas nuevas y conecté ideas viejas, hice buenos amigos y contactos. Descubrí un espacio al cual estoy segura que regresaré: las comisiones de patrimonio, instrumentos y archivos de la Unión Astronómica Internacional (IAU).

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