Una manera muy eficaz de cobrar conciencia de que “...en polvo nos convertiremos” es trabajar en un archivo histórico. Llevo un par de días revisando los Anuarios del Observatorio de Tacubaya y algunos folletos que resguarda la
Biblioteca del Instituto de Astronomía , ¡y he sacado iguales cantidades de información y polvo!
Para mi enorme gusto, a través de los Anuarios veo que me equivoqué en algo que dije hace poco en el coloquio
El legado de nuestros antepasados . Estoy en el proceso de revisar todos los documentos relacionados con los primeros años del Observatorio Astronómico Nacional de México para entender mejor ese periodo. Cuando les conté acerca de ello en el coloquio, sólo conocía lo que había extraído del
Fondo Observatorio Astronómico Nacional. A partir de esos documentos, pude ver que en 1877 se anunció la formación de tres nuevos observatorios en México: uno meteorológico, y dos astronómicos, el Central y el Nacional, en Chapultepec. El Central tenía dos objetivos principales muy claros: formar jóvenes en astronomía práctica y apoyar a los geógrafos en la determinación de la posición de ciudades y fronteras.
El Observatorio Astronómico Nacional, en cambio, parecía haberse formado por razones más rimbombantes, pero poco aterrizadas. Los documentos sobre su fundación citan “el avance de la nación” y “el progreso de la ciencia” pero no mencionan los proyectos específicos a los que se pensaban dedicar. Yo tenía la sensación de que se fundó sin un proyecto científico que lo vertebrara, y así lo dije hace unas semanas. Ahora entiendo que no es así, y que el asunto es mucho más interesante de lo que imaginaba.
Al parecer, todo empezó con el Ingeniero Geógrafo Francisco Díaz Covarrubias, a quien le encargaron fundara un Observatorio en 1862. Aunque lo tuvo que abandonar casi de inmediato por la inestable situación política, unos años después logró convencer al nuevo gobierno de apoyar una expedición mexicana para ir hasta Japón para observar el tránsito de Venus por el disco solar en 1874.
Bueno, pues en 1878 se inauguró formal y rimbombantemente el OAN y en un folleto de 1882* Ángel Anguiano, su primer director nos explica que:
En el anterior paso de Venus el Gobierno Mexicano tuvo el acertado pensamiento de enviar a Japón una comisión que supo dar a México el honor que le corresponde entre las naciones cultas. En el próximo paso del fenómeno es visible en la República Mexicana y recuerdo que el pensamiento capital que guió al Supremo Gobierno al decretar la instalación de un Observatorio Astronómico Nacional fue el de que, pasados pocos años, México debía, por un compromiso solemne ante el mundo científico, tener arreglado el local a propósito para tal observación y que llenase además las miras de un gobierno verdaderamente ilustrado.
Y pasa a decir que el motivo de su reciente viaje a Europa había sido conseguir los mejores instrumentos y conocer las más recientes técnicas para poder llevar a cabo dicha observación del tránsito de Venus. Es decir que, no sólo tenían proyecto, sino que era la continuación de aquél iniciado por Díaz Covarrubias y había un grupo interesado en ello.
*Anguiano, A. (1882), Viaje a Europa en Comisión Astronómica, Imprenta F. Díaz de León, México.