Esta parte de la historia se ha contado poco, porque no se tenía acceso a los documentos. Pero ahora, con nuestro trabajo de catalogación del Fondo Observatorio Astronómico Nacional (FOAN), es posible decir mucho más.
Revisando las imágenes de los documentos que quiero utilizar para mi ponencia "Ser astrónomo en el Porfiriato", caigo en cuenta de cuánto se parece el trabajo del historiador al del astrónomo. Ambos quieren entender una cosa que está lejos, en el espacio o en el tiempo, y tienen apenas una que otra pista de lo que pasó. A partir de esta evidencia indirecta construyen su interpretación y, para asegurarse de que van bien, se la muestran a sus colegas.
El FOAN es grande (más de 400 cajas!) y contiene joyas de las cuales se puede extraer mucha información, como los documentos donde se ven claramente los minuciosos cálculos que tenían que hacer, o los informes donde reportaban su trabajo. Al leerlos es casi como si oyéramos a los astrónomos de entonces.
En ocasiones nos encontramos con cosas que nos dejan con una sensación ambigua: de alegría por tener evidencia de algún suceso, y de tristeza al constatar cuántos documentos se han perdido. El caso de la biblioteca es así. En el FOAN tenemos la documentación que muestra la administración de la biblioteca, con el registro de las adquisiciones y préstamos. La lista de los libros que tenían es impresionante, y nos dice mucho acerca de lo que sabían y hacían entonces. Pero al mismo tiempo es espeluznante, pues hace evidente cuántos de esos libros se perdieron a través de los años.
2 comentarios:
¿pronto será la ponencia? me interesa.
hola adrián,
es un coloquio que dura cuatro días. ahora subo el programa del primer día, y supongo que lo demás estará en la página del instituto de astronomía de la unam.
saludos,
s.
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