jueves, 1 de septiembre de 2011

Observar, experimentar

La semana pasada me llegó por correo un lindo paquete. Contenía tres libros. Uno enorme para mi padre con los crucigramas del domingo (que son los más difíciles) del New York Times. La novela (ahora convertida en película) The Elegance of the Hedgehog, para mi hermana que no quiso escucharlo en mi audiolibro. Y Histories of Scientific Observation, para mí.

Apenas esta semana pude empezar a leerlo y estoy encantada. Fue editado por Lorraine Daston (co-autora de Wonders and the order of Nature, uno de mis libros favoritos de todos los tiempos) y Elizabeth Lunbeck.

La primera sección, con tres capítulos, aborda la historia de la palabra, la idea y la actividad "observación". Empiezan en la Edad Media, donde prácticamente ni se menciona la palabra y la actividad está por ahí dentro de las muchas comprendidas en el vasto y vago término "experimentar". Y llegan al siglo XVIII, cuando las observaciones y los observadores ya tienen un lugar muy claro en el quehacer de la ciencia. El conjunto de los tres ensayos produce un panorama del desarrollo de esta actividad que ahora tomamos por hecho.

Te transcribo un párrafo del capítulo de Daston que me encantó:


How did the term "observation" broaden its meaning and significance to become an essential aspect of both the theory and practice of natural knowledge by the late seventeenth century? The obverse of this question is how the widely diffused, all-purpose word "experiment" during the same period narrowed its scope to denote a carefully designed human intervention into the ordinary course of nature.

1 comentario:

Concepción dijo...

Querida Susana,

felicidades por el nuevo libro. A mí también me encanta leer a Daston. Seguramente a Galileo le encantaría leerla también, o mejor, escucharte leerla para él, en la terraza de su casa con una copa de vino. Qué podría comentar él al respecto? Él, el observador del cielo...

Hasta pronto

C.