Nicolson fue una experta en el tema de la ciencia en la cultura inglesa del siglo XVII y le he leído otros libros maravillosos como Newton demands the Muse, sobre la poesía que se escribió en torno de la figura de este hombre tan público, y Pepys' Diary and the New Science, en el que revisa los diarios de este inglés para ver dónde estaba la ciencia por entonces.
En Voyages... revisa la aparición de la idea de viajar a la Luna en la literatura (principalmente la inglesa) de los siglos XVII y XVIII. Para ello, primero repasa el tema en los siglos anteriores y dice que lo que sucedió en el XVII es cualitativamente diferente debido a los cambios que por entonces se estaban dando en las maneras de pensar acerca de la naturaleza (lo que hoy nosotros llamamos ciencia). Propone que, aunque siempre habíamos querido volar, y muchas veces imaginamos volar a la luna, sólo después de que tú la escudriñaste utilizando telescopio empezamos a imaginarla como otro mundo. Tus descripciones y dibujos de una luna con valles, montañas y océanos, dice Nicolson, sirvieron como una semilla a partir de la cual germinaron numerosas obras de ficción en las que también se encontraron habitantes y culturas allá.
Siguiendo a John Wilkins, quien en 1638 escribió Discovery of a New World in the Moon, Nicolson divide su libro en 4 capítulos principales, de acuerdo con el medio utilizado para volar a la luna. El primero eran los viajes sobrenaturales, remanentes de la vieja manera de pensar. De estos quizás tu conociste el Somnium de Kepler. El vuelo con ayuda de pájaros es el segundo medio, y el ejemplo más divertido fue escrito por Francis Godwin: Man in the Moone, or A Discourse of a Voyage Thither by Domingo Gonsales.
El uso de alas es el tercer método para volar y, a diferencia de los dos anteriores, éste sí que fue experimentado en esos siglos, aunque con muy poco éxito. El cuarto capítulo habla del uso de carrozas voladoras, pero aún no lo leo, así que no te puedo contar nada sobre él.
1 comentario:
No leí "Voyages to the Moon", que me imagino por lo que dices debe ser muy interesante. El relato más antiguo que conozco, que tal vez el libro lo mencione, es la "Historia verdadera" de Luciano de Samosata, que Galileo debe haber conocido. Allí se relata un deslumbrante viaje de aventuras no solo por la luna, también por el Sol, Venus y otros cuerpos celestes, mundos que se encuentran habitados. El "medio de propulsión" es el viento, un torbellino que levanta la nave de los mares. Es deliciosa la ingenuidad del relato basada en los obvios pocos conocimientos del sistema solar y el resto del cielo que se tenía en esa época, aproximadamente el siglo II (Luciano fue contemporáneo de Tolomeo nada menos). Muy buena e interesante entonces la información que has puesto en esta entrada.
Publicar un comentario