domingo, 28 de junio de 2009

Termoscopio

Por una carta de tu alumno, protegido y amigo Benedetto Castelli sabemos que –como muchos en tu época- buscaste la manera de medir la temperatura de las cosas. Específicamente, lo que dice Castelli es que hiciste un termoscopio, que era una botellita de vidrio con un cuello delgado y largo, que llenabas de aire caliente. Con este tipo de aparatos apenas se podía distinguir entre cosas más y menos calientes.

Ahora tenemos termómetros, y unidades de temperatura llamadas grados. Algunos están hechos con el mismo principio que exploraste tú: son recipientes alargados de vidrio llenos de mercurio y conforme éste se distiende con el calor, sube por una columna delgada donde están marcadas las unidades.

Acá te pongo uno hecho de puras letras:

El Mercurio*

El
ca
lor
es
lo
con
tra
rio
del
frí
o
y
vi
ce
ver
sa
pe
ro
el
ter

me
tro
no
es
lo
con
tra
rio
del
frí
o
ni
del
ca
lor

*Blanco, Alberto (2003), El libro de las piedras, CONACULTA, México.

martes, 16 de junio de 2009

Más astromonos

¡Mira estos monos! Los hizo Isaura Fuentes, que es astrónoma, y salieron en la revista Conversus. Me gusta especialmente cómo te retrata. ¿Tu qué opinas?




viernes, 12 de junio de 2009

Evidencia indirecta

Esta tarde tengo un rato para dedicar a mi trabajo de historia de la astronomía. Antes te había platicado de una parte de este trabajo, centrada en la divugación de Joaquín Gallo entre 1915 y 1946. Ahora llevo un rato viendo lo que pasó antes, desde la fundación del OAN en 1878 hasta el inicio de la Revolución Mexicana en 1910. Quiero entender quiénes eran los astrónomos de entonces, qué querían hacer y que pudieron hacer.

Esta parte de la historia se ha contado poco, porque no se tenía acceso a los documentos. Pero ahora, con nuestro trabajo de catalogación del Fondo Observatorio Astronómico Nacional (FOAN), es posible decir mucho más.

Revisando las imágenes de los documentos que quiero utilizar para mi ponencia "Ser astrónomo en el Porfiriato", caigo en cuenta de cuánto se parece el trabajo del historiador al del astrónomo. Ambos quieren entender una cosa que está lejos, en el espacio o en el tiempo, y tienen apenas una que otra pista de lo que pasó. A partir de esta evidencia indirecta construyen su interpretación y, para asegurarse de que van bien, se la muestran a sus colegas.

El FOAN es grande (más de 400 cajas!) y contiene joyas de las cuales se puede extraer mucha información, como los documentos donde se ven claramente los minuciosos cálculos que tenían que hacer, o los informes donde reportaban su trabajo. Al leerlos es casi como si oyéramos a los astrónomos de entonces.


En ocasiones nos encontramos con cosas que nos dejan con una sensación ambigua: de alegría por tener evidencia de algún suceso, y de tristeza al constatar cuántos documentos se han perdido. El caso de la biblioteca es así. En el FOAN tenemos la documentación que muestra la administración de la biblioteca, con el registro de las adquisiciones y préstamos. La lista de los libros que tenían es impresionante, y nos dice mucho acerca de lo que sabían y hacían entonces. Pero al mismo tiempo es espeluznante, pues hace evidente cuántos de esos libros se perdieron a través de los años.

viernes, 5 de junio de 2009

Galileo para adultos

Como tú bien sabes, rara vez se dan dos lunas llenas en el mismo mes. Bueno, pues lo mismo pasa conmigo y los libros, sólo que el plazo de tiempo es más bien como un sexenio. Pero ahora: SALIÓ MI SEGUNDO LIBRO EN ESTE AÑO!!!!!


Tengo en mis manos La mirada de Galileo que escribí para el Fondo de Cultura Económica.

Aunque lo que cuento en él abarca el mismo periodo que mi comic, es bien diferente porque está pensado para otro tipo de lector, alguien que ya tiene cierto interés.

Es un libro sobre astronomía, pero también sobre historia. Lo que me gusta mucho de esos cinco años a partir de 1609 es la enorme cantidad de documentos (cartas, apuntes, manuscritos, dibujos) de Galileo y sus contemporáneos que se conservan. Y lo que trato de hacer en este libro es dejar que los lectores vean lo que pasó desde el punto de vista de Galileo mismo.

He notado que muchas de las personas que leen estas cartas que te escribo están buscando algo sobre Galileo para niños, y para eso sin duda sirve el comic. Ahora también puedo ofrecer algo de Galileo para adultos.

Neutrinos

Hoy te pongo un poema de John Updike, un gran escritor estadounidense que murió hace poco. Me gusta mucho por su humor, pero además porque entiende y explica muy bien lo que son los neutrinos.

Cosmic Gall

Neutrinos, they are very small.
They have no charge and have no mass
And do not interact at all.
The earth is just a silly ball
To them, through which they simply pass.
Like dustmaids down a drafty hall
Or photons through a sheet of glass.
They snub the most exquisite gas,
Ignore the most substantial wall,
Cold-shoulder steel and sounding brass,
Insult the stallion and the stall.
And, scorning barriers of class,
Infiltrate you and me! Like tall
And painless guillotines, they fall
Down through our heads into the grass.
At night, they enter at Nepal
And pierce the lover and his lass
From underneath the bed – you call
It wonderful; I call it crass